A solo 15 km al norte de Antofagasta, se encuentra la Reserva Nacional La Chimba, la más antigua área protegida de la región, gestionada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Creada en 1988, su propósito es conservar una muestra del Desierto Costero de Tocopilla, donde viven más de 80 especies de plantas nativas. Gracias a su clima y geografía especiales, el lugar se convierte en un «Oasis de Niebla», con una rica biodiversidad que incluye aves, reptiles y mamíferos.
La Reserva ofrece paisajes impresionantes, ideales para caminar, observar la naturaleza, tomar fotos y disfrutar del entorno. Actualmente, se encuentra en proceso de recuperación ecológica, por lo que el ingreso es solo a pie. Es muy importante que los visitantes no dejen basura, no lleven mascotas, cuiden sus pertenencias y no hagan fuego.
Visitar La Chimba es una oportunidad para desconectarse del estrés y disfrutar de la paz del lugar. Para que este espacio natural siga siendo tan especial, es fundamental respetar su delicado ecosistema. Gracias al proyecto “Recuperemos La Chimba”, se han llevado a cabo investigaciones importantes para proteger y valorizar este lugar.
La reserva cuenta con dos rutas de trekking: el Sendero Mirador y el Sendero Guanaco. Ambas están equipadas con miradores, áreas de descanso, señalización e información sobre la biodiversidad local.
Sendero Mirador: Este sendero se ubica en la Quebrada La Chimba. Comienza con una caminata sencilla y luego sube el cerro, ofreciendo una hermosa vista de Antofagasta. El recorrido toma alrededor de 2 horas y es recomendado para personas con experiencia en senderismo.
Sendero Guanaco: En la Quebrada Guanaco, este sendero es más sencillo y toma aproximadamente 1 hora y media. Finaliza en unos impresionantes paredones de roca volcánica, donde se pueden escuchar aves y disfrutar del paisaje.
La Reserva tiene dos tipos de vegetación. En las zonas más bajas, hasta unos 750 metros sobre el nivel del mar, predomina la flora del Desierto Costero de Tocopilla, con una gran diversidad de cactus y suculentas. En las zonas más altas, la vegetación es más escasa debido a la mayor aridez.
En cuanto a la fauna, se han registrado 30 especies de aves, además de reptiles como lagartijas, geckos, y la culebra de cola corta. También se encuentran mamíferos como el zorro chilla, y varios insectos y arañas que juegan un papel clave en la biodiversidad.
Entre 2019 y 2020, se desarrolló un proyecto para recuperar la reserva. Durante este tiempo, se registraron siete especies de reptiles, destacando la culebra de cola corta Galvarinus chilensis, siendo la Reserva Nacional La Chimba el lugar más al norte donde habita.
El movimiento Scouts de Antofagasta ha visitado La Chimba por su tranquilidad y belleza natural. En la Quebrada El Avión, se encuentra un memorial a Eduardo Ardiles Salazar, un joven scout que falleció trágicamente en 1940. El memorial es un punto de reflexión y homenaje para los scouts y visitantes.
Desde tiempos prehispánicos, la Quebrada La Chimba fue un refugio importante para los primeros pescadores y recolectores de la zona, gracias a sus recursos y aguadas. Más tarde, los Changos comenzaron a asentarse, y en las cercanías se han encontrado restos arqueológicos de aldeas, cementerios y conchales, lo que sugiere que esta quebrada conectaba la costa con los pueblos del interior.